En estos momentos el Gobierno del PSOE se prepara para sancionar la negociación colectiva, luego de la reciente ruptura de las negociaciones entre los sindicatos hegemónicos y la patronal, en lo que se anticipa como un retroceso seguro de las condiciones de negociación colectiva de los trabajadores, en medio de un contexto de crisis general del capitalismo, agudizada de manera extraordinaria en 2008 producto de la acumulación de las contradicciones del capital.
Hoy, todos los instrumentos del capital (Gobierno, Parlamento, FMI) agudizan sus agresiones contra la clase obrera, planteando la liquidación de conquistas producto de las luchas de las trabajadoras y los trabajadores. En este marco, la actitud de los sindicatos que han hecho posible la denominada paz social sobre la base de la claudicación, están comprometiendo seriamente los intereses de la clase obrera para este periodo y para el futuro. No es desde la desmovilización donde los trabajadores y trabajadoras pueden hacer frente con éxito a las agresiones del capital. Por el contrario, sólo con la movilización, la organización y la lucha podrán crearse las condiciones de derrotar la explotación del capital, liberando a la clase obrera para construir el socialismo.
Aceptar tan siquiera el planteamiento de la contrarreforma de la negociación colectiva, como lo hicieron hasta la ruptura de las negociaciones los sindicatos que en general negocian con la patronal, al margen y a espalda de trabajadores y trabajadoras, resulta acumular un nuevo retroceso que se suma al ya aceptado por estos mismos sindicatos en la contrarreforma de las pensiones y el abandono que llevaron a cabo después de la huelga general de septiembre de 2010. Todo ello significa una traición en la práctica al conjunto de la clase obrera, coordinada por la derecha gobernante que se llama a sí misma socialdemocracia y a la que se sumó aquella otra parte de la socialdemocracia reformista que se autodenomina centro izquierda.
Por el contrario, las y los comunistas apostamos por hacer frente a esta situación profundizando el debate en el actual marco de la lucha de clases, que no pasa por facilitar al capital que lleve a la práctica sus criminales reformas con más de 5 millones de parados, con otros tantos precarios, con más del 40% de paro juvenil y con robos máximos de dividendos a los trabajadores. Es hora de la lucha y no de la claudicación, por eso el PCPE-Madrid planteó desde el inicio el abandono inmediato de esas mesas de claudicación que sólo servían para hundir más a la clase obrera, al igual que ahora rechaza la claudicación que lleva a cabo directamente el Gobierno del PSOE, firmando el referido decreto.
Así, la IX Conferencia del PCPE-Madrid exhortó entonces al abandono de las mesas y a organizar la lucha para defender las conquistas y combatir a los reaccionarios. En este sentido, reforzar el sindicalismo de clase, organizar la huelga general y abrir nuevas perspectivas a la clase obrera, a partir por ejemplo de la creación de los Comités de Unidad Obrera (los CUO), en los que se aglutinen los elementos más avanzados del pueblo trabajador, son las tareas más importantes del momento, por las que los y las comunistas apostamos.
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